Ama a tu prójimo como a ti mismo                               

 

Introducción

Leonardo Boff dice que: «Se impone la necesidad del perdón, de la misericordia, de la capacidad de soportar y convivir con los excesos de poder. En consecuencia, Jesús manda amar al enemigo. Amarlo como enemigo supone detectarlo como enemigo y amarlo como Jesús amaba a sus enemigos: no eludía la comunicación con ellos sino que cuestionaba las actitudes que los esclavizaban y los convertían en tales enemigos. La renuncia al esquema del odio no equivale a la renuncia a la oposición.

Renunciar a la oposición sería renunciar al bien del prójimo y a oponerse a sus «derechos» de echar leña al fuego de la dominación»

Boff. Leonardo, Pasión de Cristo, Pasión del mundo. Ed. Sal Terrae. Santander.1980. Pag.57.

La regla de oro del judaísmo y del cristianismo, está sintéticamente expresada en el Evangelio de Marcos:

28 Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos?

29 Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.

30 Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.

31 Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que  éstos.

Mr.12,28-31 (22,34-40)

Mateo, por su parte aclara que:

De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.

Mt.22,40

El objetivo de éste capítulo consiste en analizar  el mandamiento de amor al prójimo, según lo plantea el NT, ya que, en general ha sido mal entendida por los teólogos cristianos, en el sentido de que es deber de todo cristiano amar a toda la humanidad en la misma forma. Esta interpretación, tendría su origen en la idea de que todos los hombres son para la Iglesia potencialmente cristianos, rescatables del pecado y, por lo tanto, redimibles.

Como ya es bien sabido, el origen de este mandamiento en el NT  tiene su origen en el AT, en el Libro de Levítico:

No aborrecerás a tu hermano en tu corazón; razonarás con tu prójimo, para que no participes de su pecado.

No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino amarás a tu prójimo como a ti mismo. Yo Jehová

                                                                                                                                                                                         Lv.19,17-18

Si bien, el judaísmo y el cristianismo comparten ésta misma regla de oro que constituye la base teológica de estas dos creencias, ambas partes, no poseen la misma interpretación de éste mandamiento divino. Si bien judíos y cristianos comparten la responsabilidad de la salvación del mundo, el termino «prójimo» para el judaísmo incluye únicamente a los hijos del pueblo de Israel, es decir, siguiendo el planteamiento de éste trabajo, este termino abarca a los miembros de las doce tribus del pueblo de Israel mas los gentiles que se agregan (a través del cristianismo).

El NT, según este análisis, parece identificarse mas con la concepción judía de este concepto que con la enseñanza cristiana del mismo.  Aquí se va a tratar de examinar este dicho dentro del marco del NT.

En el Evangelio de Mateo se expone con absoluta claridad la división que hace Jesús de las naciones del mundo:

31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria,

32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos.

33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda.

34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo.

41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.

Mt.25,31-34;41

Según este relato, se expone con absoluta claridad la división del mundo en donde todas las naciones, no individuos o grupos humanos, sino naciones, serán dividídas en dos grupos que alegóricamente son denominadas ovejas y cabritos. Dentro de estas dos categorías se les otorga a las ovejas el reino preparado para ellas desde la fundación del mundo, mientras que a los cabritos se les adjudica el fuego eterno, preparados para el diablo y sus ángeles.

Este texto, estaría también relatando el juicio a las naciones, según enseña el Antiguo Testamento por ej.:

 Y juzgará entre las naciones, y reprenderá a muchos pueblos; y volverán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra.

                                                                                                Is.2:4

También en el libro de Salmos, se lee:

Alégrense y gócense las naciones,
Porque juzgarás los pueblos con equidad,
Y pastorearás las naciones en la tierra. Selah

                                                                                             Sal.67,4

Por su parte, el profeta Miqueas dice que :

 Y él juzgará entre muchos pueblos, y corregirá a naciones poderosas hasta muy lejos; y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces; no alzará espada nación contra nación, ni se ensayarán más para la guerra.

                                                                                              Miq.4,3

Según la enseñanza de Mateo 25,31-34;41 la humanidad, o sea, «todas las naciones» (Mt.25,32) serán juzgadas, divididas en dos grupos y cada uno de éstos tendrán un destino muy específico, uno para redención y otro para condena y perdición.

De acuerdo a lo arriba planteado cabe una severa revisión en la comprensión del mandamiento de amar al prójimo como a uno mismo. Para esta tarea se debe aceptar que para el NT el término «prójimo » no incluye a la humanidad entera y que amarlo como así mismo se refiere a las ovejas entre sí, excluyendo de hecho a los «cabritos», puesto que, el único prójimo de una oveja es otra oveja. Desde otro punto vista, está claro que una oveja no es prójimo de un cabrito, un cerdo, un perro, etc. y otras alegorías de naciones o grupos humanos representados por animales.

Este mandamiento de amor al prójimo, a pesar de ser excluyente de las naciones enemigas de D»s o de su pueblo no impide el uso del libre albedrío que es una característica divina que D»s otorgó a toda la humanidad,para que sea usadaa fin de adoptar la fe y el mandamiento de amor al prójimo de las ovejas o por lo menos adquirir y cumplir con los siete mandamientos noémicos, para entrar a formar parte del grupo de las ovejas o pasar a pertenecer a alguna de las naciones de éste grupo.

En la historia de Israel, ya desde el principio hubo lucha entre Jacob y su hermano Esaú. Estos dos hermanos prefiguran la lucha entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad, entre este mundo y el mundo por venir.

Con la separación de los hermanos, Jacob (Israel) recibió las promesas y el dolor, y Esaú dio origen a Amalec, símbolo del adversario. Así es como se constituyeron los dos rebaños, las ovejas, obedientes del Señor, o por lo menos con la voluntad de serlo, y el de los cabritos enemigos de D»s. Estos últimos están fuera de la redención, principalmente porque la han rechazado y se han levantado contra D»s y su pueblo.

Pasando a otra perspectiva, se lee en el Sermón de la Montaña que:

43 Oísteis que fue dicho: Amarás a tu prójimo, y aborrecerás a tu enemigo.

44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;

45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.

46 Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tendréis? ¿No hacen también lo mismo los publicanos?

47 Y si saludáis a vuestros hermanos solamente, ¿qué hacéis de más? ¿No hacen también así los gentiles?

48 Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto.

                                                                                        Mt.5,43-48

Aquí la orden de amar a los enemigos presenta una diferencia con la anterior, ya que al prójimo hay que amarlo como a sí mismo, sin embargo, no se pide a nadie que ame a los enemigos como a uno mismo. Es otro el tipo de amor que se les debe tener. En ninguna parte del NT se afirma que hay que dejarse matar por un enemigo como consecuencia del amor que se les debe tener. Sin embargo, con respecto del amor al prójimo, este es de una calidad muy distinta, ya que existe la orden de entregar la vida por los amigos, como informa el Evangelio de Juan:

Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos

Jn.15,12-13

Tampoco se encuentra en el NT la instrucción de Jesús de que el amor a los enemigos tenga por función de transformarlos en amigos. Por el contrario, los enemigos son y permanecen como tales; el amor hacia ellos es una actitud mas que un sentimiento. La Epístola a los Hebreos es muy clara sobre este tema:

12 pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,

13 de ahí en adelante esperando hasta que sus enemigos sean puestos por estrado de sus pies; (sal.110,1).

Hb.10,12-13

El autor de Hebreos al citar al Salmo 110,1 destaca la enorme importancia de que los enemigos serán puestos por estado de los pies del rey Mesías, o sea, que los enemigos son irreconciliables con el pueblo de D»s y el amor que se les debe tener tendría objetivos muy distintos de los generalmente se supone.

Antes de proseguir con el éste análisis cabe destacar :

  • Que la clase de amor que se le debe al prójimo es diferente al que le corresponde a los enemigos.
  • El enemigo no s parte del prójimo. Estos por definición no son «ovejas», sino genéricamente hablando son «cabritos»  que pertenecen y sirven al diablo.
  • Entre las mismas ovejas puede existir un estado, de enemistad y de competencia, como por ejemplo: «Efraim no envidiará a Judá y Judá no afligirá a Efraim (Is.11,13).

Debe quedar muy claro, que para un israelita, otro israelita no es jamás un enemigo verdadero, sino que, este término solo es aplicable a los que persiguen o desean la destrucción de Israel.

Por otro lado, ¿Como se explica  la sentencia de Pablo que: «El amor no hace mal al prójimo» (Ro.13,10)?, o sea, que si el amor no hace mal al prójimo ¿A quien hace mal?.Evidentemente, hace mal al enemigo.

Aquí hay que considerar que en la etapa final del proceso de redención los enemigos aparentes estarán dentro de una misma familia, así enseña Jesús cuando cita al profeta Miqueas, según se lee en Mt.10,  :

34 No penséis que he venido para traer paz a la tierra; no he venido para traer paz, sino espada. 35 Porque he venido para poner en disensión al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la nuera contra su suegra; 36 y los enemigos del hombre serán los de su casa (Miq.7,6) .

Mt.10,34-36

Miqueas a su vez dice, cuando profetiza acerca de la corrupción de Israel en los tiempos del fin de los días:

«¡Ay de mí! porque estoy como cuando han recogido los frutos del verano,
como cuando han rebuscado después de la vendimia y no queda racimo para comer,ni uno de esos frutos que tanto desea mi alma.Faltó el misericordioso de la tierra; no queda entre los hombres ningún justo. Todos acechan en busca de sangre; cada cual tiende una red a su hermano.Para completar la maldad con sus manos, el príncipe demanda y el juez juzga por recompensa; el poderoso habla según el capricho de su alma,
y ellos lo confirman.El mejor de ellos es como el espino, el más recto, como zarzal. El día de tu castigo viene, el que anunciaron tus atalayas;No creáis en amigo ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca.Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa.

Miqueas7,1-6
Por consiguiente, el peligro de confundir al enemigo aparente que es un prójimo, con el enemigo verdadero que es Amalec-Satán, resulta un problema de primer orden.

Según esto, el amor al enemigo  posee una doble función, puesto que si este amor es hacia un enemigo aparente, este amor no lo perjudicará, puesto que como se vio mas arriba, «el amor no hace mal al prójimo» (Ro.13,10).

Como ya se vio la casa de Israel (la diez tribus perdidas) al ser dispersada entre las naciones por el rey Sanjerib, pierde su identidad nacional, se asimila a otros pueblos y se confunde entre los enemigos verdaderos de Israel.

El mandamiento de amar a los enemigos que da  Jesús, en donde los hermanos separados (la casa de Judá y la casa de Israel),  tendría como finalidad  evitar una lucha fratricida  que atentaría contra el plan divino de restauración del Reino a Israel (Hch.1,6) en el contexto de la redención final. Debido a que las dos casas del pueblo de Israel están imposibilitadas de diferenciar entre los enemigos reales y los enemigos aparentes, en donde están sus propios hermanos y los enemigos verdaderos que buscan la destrucción de Israel, Jesús enseño a los hijos de Israel a amar a los enemigos, durante el desarrollo del proceso de redención hasta el fin de los tiempos y la redención final. La parábola del trigo y la cizaña es muy ilustrativa al respecto:

24 Les refirió otra parábola, diciendo: «El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; 25 pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. 26 Cuando brotó la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña. 27 Fueron entonces los siervos del padre de familia y le dijeron: “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿Cómo, pues, tiene cizaña?” 28 Él les dijo: “Un enemigo ha hecho esto.” Y los siervos le dijeron: “¿Quieres, pues, que vayamos y la arranquemos?” 29 Él les dijo: “No, no sea que al arrancar la cizaña arranquéis también con ella el trigo. 30 Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro hasta la siega, y al tiempo de la siega yo diré a los segadores: ‘Recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla; pero recoged el trigo en mi granero.’”» (Las negritas son del autor).

                                                                                       Mt.13,24-30                          

Está claro que la misión de Jesús producirá confusión acerca de quien es el enemigo real y quien es el aparente, por este motivo, durante los dos mil años de los días del Mesías,   los enemigos reales deben vivir y desarrollarse junto a Israel, hasta que ya lista la cosecha se pueda separar el trigo de la cizaña. Sin embargo, se debe dejar muy claro que no todos los enemigos de Israel están mezclados con estos, sino únicamente  un grupo específico y sumamente peligroso que se denominan en la tradición judía con el nombre de «erev rav» o «multitud mixta» (en castellano). Sobre este tema ya se escribió un capítulo en el trabajo anterior.

Como se vio mas arriba, desconsideración por el prójimo y  la corrupción que habrá en Israel dificulta aun mas a la identificación del prójimo. Jesús en la parábola del «buen samaritano» aporta un criterio muy importante para reconocer al prójimo:

¿Y quién es mi prójimo?30 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre que descendía de Jerusalén a Jericó cayó en manos de ladrones, los cuales lo despojaron (en la traducción del griego al inglés dice stripping him, que también significa que lo desnudaron), lo hirieron y se fueron dejándolo medio muerto. 31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y al verlo pasó de largo. 32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, al verlo pasó de largo. 33 Pero un samaritano que iba de camino, vino cerca de él y, al verlo, fue movido a misericordia. 34 Acercándose, vendó sus heridas echándoles aceite y vino, lo puso en su cabalgadura, lo llevó al mesón y cuidó de él. 35 Otro día, al partir, sacó dos denarios, los dio al mesonero y le dijo: “Cuídamelo, y todo lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando regrese.” 36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? 37 Él dijo: El que usó de misericordia con él.Entonces Jesús le dijo: Ve y haz tú lo mismo.                                                                                                                                                     Lc.10,29-37

En un análisis de la actitud del sacerdote y el levita, se encuentra un comportamiento por demás egoísta y contrario a las instrucciones de la ley, ya que el herido al parecer muerto, decidieron no acercarse  para confirmar este hecho  y  quedar excluidos de servir en el Templo por estar contaminados por el contacto con un muerto. Esta estricta interpretación de la ley contradice la posición de rabinos lideres que fijaron tradición con respecto a estos casos, así por ejemplo, Rabi Shimon ben Shtaj, uno de los grandes sabios de la Ley en la época del Segundo Templo, en el Midrash Dvarim Raba dice que en cada oportunidad debemos comportarnos con los demás yendo mas allá de Ley y santificar así la obra de D»s. También Rabi Yojanan dice:

 «No fue destruido el Segundo Templo, sino porque se hacía justicia de acuerdo a la Ley y no se iba mas allá de la Ley.                                                                                     Talmud Babli.Tratado Baba Metzia 30b

Cuando el Talmud describe las características de los miembros del pueblo de Israel, lo hace con criterios humanistas:

«Todos los que poseen misericordia, humildad y bondad son dignos de formar parte de éste pueblo. Talmud Babli. Tratado Yebamot 79ª.

Por el contrario, los israelitas carentes de estas cualidades han sido miembros indignos de éste pueblo. Maimónides llega incluso a declarar:

«hay razones para sospechar de las credenciales de judío, de una persona cruel». Rambam (Maimónides), Sefer Kedusha. Isurei Bia19,17

Indudablemente el sacerdote y el levita no actuaron de acuerdo al espíritu de la Ley y este es un hacho reprobable, debían haber asistido al herido (o al supuesto muerto) a aun a costa de perder la oportunidad de servir en el Templo, la que estuvieron esperando y preparándose para ello, quizás toda su vida.

El buen samaritano actuó según el principio de amor al prójimo y ciertamente es parte del prójimo de Israel ya que no prestó atención si el herido asistido, era judío o no. Debe tenerse en cuenta que entre judíos y samaritanos de aquella época existía una gran enemistad, esta sería una de las razones por la cual esta parábola se llama la del «buen» samaritano.

Por último, a fin de reconocer a los verdaderos enemigos de Israel, se tiene que:

3:10 En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no es de Dios.
3:11 Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros.
 1Jn.3,10

En las relaciones paganas, no existe el amor al prójimo o al hermano, puesto que estas están basadas en la salvación individual. En este sentido los que practican estas religiones serían «hijos del diablo» ya que no existe en ellas la fe en D»s y el mandamiento de amor al prójimo. Sin embargo, la segunda condición para ser hijos del diablo es que tampoco practiquen la justicia. Siendo esto así, los paganos que sí practican la justicia y no tuvieron acceso a la fe monoteísta, serían «hijos de D»s» y por lo tanto salvables.

 

 

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